¿Aumenta la contaminación atmosférica el riesgo de ansiedad y depresión?
Más información sobre los efectos físicos y mentales conocidos que una mala calidad del aire interior puede tener en los ocupantes de los edificios.
La contaminación del aire interior y ambiental es terrible para nuestra salud. Los estudios sugieren que el aumento de la exposición a la contaminación atmosférica se ha relacionado con problemas de salud pulmonar, como asma, EPOC, enfermedades cardiovasculares y, más recientemente, cáncer de pulmón.
Pero, ¿qué efecto tiene en nuestra salud mental, si es que tiene alguno? El aumento de la contaminación atmosférica puede afectar de algún modo a nuestra salud mental. ¿Puede la mala calidad del aire provocar ansiedad o depresión?
Contaminación atmosférica y salud mental
La mala calidad del aire y la contaminación atmosférica tienen efectos conocidos sobre nuestra salud física. Y cada vez hay más datos que sugieren que una contaminación atmosférica deficiente también está asociada a una mala salud mental.
Los estudios demuestran que incluso una breve exposición a PM superiores a la media puede repercutir significativamente en las enfermedades mentales, lo que puede ser aún más perjudicial para las personas sensibles a los problemas de desarrollo o a la disminución de la función cognitiva. La exposición prolongada a la contaminación atmosférica puede estar relacionada con un aumento del 17% en los casos de trastorno bipolar, un aumento del 6% en los diagnósticos de depresión y un aumento del 20% en los diagnósticos de trastornos de la personalidad.
La contaminación atmosférica se define como el aire con un determinado nivel de contaminantes en suspensión, lo que significa que el aire tiene más partículas finas, también conocidas como PM2,5.
¿Cómo afecta la contaminación a la salud mental?
¿Cómo afecta exactamente la contaminación atmosférica a la salud mental? Los estudios sugieren que la contaminación atmosférica puede perjudicar la función cognitiva, causar depresión e influir en el desarrollo infantil.
Calidad del aire y desarrollo infantil
Los casos extremos de síntomas de salud mental supuestamente vinculaban la exposición a una contaminación atmosférica superior a las PM2,5 con el envío de niños a urgencias para una evaluación psiquiátrica.
Este estudio de 2019 analizó la exposición a corto plazo a las PM2,5 en 6.800 niños que registraron síntomas de trastorno conductual y de adaptación (es decir, estrés intenso, tristeza y ansiedad desencadenados por un acontecimiento vital importante). El estudio determinó que los aumentos a corto plazo de PM2,5 con una exposición breve pueden haber sido responsables de estos síntomas.
Calidad del aire y ansiedad
Se sugiere que las PM superiores a 2,5 empeoran la inflamación existente en el cerebro causada por los factores estresantes cotidianos que dan lugar a síntomas de salud mental. Un artículo de revisión publicado en 2016 en la revista Psychopharmacology analizó específicamente el papel de las células cerebrales llamadas microglía debido a su inflamación documentada en respuesta a los cambios en la vida, el aislamiento social y el acoso.
El aumento de la inflamación microglial debido al estrés está potencialmente relacionado con un mayor riesgo de padecer un trastorno mental más adelante en la vida, incluidos síntomas de ansiedad y episodios de tipo depresivo.
Contaminación atmosférica y depresión
Los investigadores sugieren que no se puede ignorar el vínculo entre los contaminantes atmosféricos y la depresión. Datos de China (2018) descubrieron que un aumento de las partículas incluso por una pequeña cantidad por encima de la media de PM2,5 (aproximadamente una desviación estándar) contribuía a aumentar la probabilidad de padecer salud mental, incluida la depresión, en un 6,67 %.
Otros sugieren que las partículas inducen inflamación y estrés oxidativo en el cerebro, lo que puede manifestarse en depresión. Un estudio transversal descubrió que la tasa de depresión era dos veces mayor por cada 10 μg/m3 de aumento en el nivel de óxido nítrico. La misma relación se encontró en las visitas a urgencias, que informaron de un aumento del 7,2% en los episodios depresivos por cada 19,4 μg/m3 de concentración de PM10.
Qué hacer con la contaminación atmosférica y sus riesgos para la salud mental
Naturalmente, estas estadísticas pueden ser reveladoras, sobre todo porque no muchos son conscientes de la contaminación del aire interior en sus ciudades. La mayoría de las ciudades estadounidenses presentan un alto riesgo de contaminación atmosférica, y los ocupantes de interiores corren un riesgo entre 2 y 5 veces mayor de tener niveles elevados de PM. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más del 90% de los niños de todo el mundo respiran aire tóxico, aire contaminado a niveles considerados perjudiciales para la salud y el desarrollo.
Aunque no se puede hacer mucho por la contaminación del aire exterior o el cambio climático, aparte de mudarse a otra ciudad o presionar para que las leyes medioambientales sean más estrictas, sí podemos controlar la contaminación del aire interior para mejorar la salud mental, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los estadounidenses pasan más del 90% de sus días en interiores.
Para los gerentes de oficinas, propietarios de negocios, dueños de restaurantes y funcionarios de salud pública, es esencial hacer todo lo posible para mejorar la calidad del aire interior para la salud de los ocupantes. Si observa algún signo de aire de mala calidad, debería considerar la posibilidad de instalar purificadores de aire.
Los dispositivos de purificación del aire son la mejor defensa contra las PM2,5, o mayores, y aportarán aire fresco a intervalos regulares. Estos dispositivos pueden enchufarse a una toma de corriente general o instalarse como un dispositivo de purificación de aire en conductos de calefacción, ventilación y aire acondicionado. También puede adquirir robots UV-C itinerantes para desinfectar las habitaciones de virus y bacterias, una necesidad durante la pandemia de COVID y reducir el impacto de la gripe estacional y las enfermedades en los ocupantes.
Los purificadores de aire son asequibles, portátiles y eficaces, lo que significa que puede reducir ahora mismo el riesgo de enfermedades mentales, ansiedad y depresión debidas a una contaminación deficiente del aire interior. Estos dispositivos pueden ayudar a las oficinas a aumentar drásticamente el bienestar, la productividad y la salud de los ocupantes. Póngase en contacto hoy mismo con Sanalife para ver cómo un purificador de aire puede mejorar su espacio interior.